Los tres Pilares del Bienestar: Autocuidado, Autoconocimiento y Autodesarrollo

El bienestar integral viene de nutrir nuestro cuerpo físico, anímico y espiritual. ¿Cómo? Cada individuo es único y es esencial que descubra su propio camino. Sin embargo, existen tres pilares que podemos observar y potenciar para reconocer las respuestas que habitan en nuestro interior: Autocuidado, Autoconocimiento y Autodesarrollo.


AUTOCUIDADO

Escuchar y conectar con nuestro cuerpo es la clave para lograr hábitos de Autocuidado que sean coherentes con nuestra individualidad. Tu cuerpo envía constantemente señales de lo que necesita, tanto en alimentación, movimiento y descanso.

En lo que respecta a la alimentación, la clave no es encontrar una dieta perfecta ni contar las calorías, la clave es aprender a vincularnos con nuestros cuerpos, escuchando y comprendiendo sus señales para entregarles lo que realmente necesitan. Dos aspectos claves a la hora de alimentarse son la hidratación y la variedad de nutrientes. Si queremos dar los primeros pasos hacia una alimentación saludable debemos estar atentos a tomar mucha agua y a incorporar una mayor variedad de nutrientes, la alimentación es la mejor medicina preventiva.

Independientemente del estado físico actual que tengamos, el movimiento también es clave para el Autocuidado. Siempre es posible incorporar rutinas de ejercicios o movimientos para liberar el estrés corporal y mental. Desde el punto de vista antroposófico, el movimiento no sólo beneficia nuestro físico sino que también nos ayuda a fortalecer nuestra voluntad y diciplina personal, aspectos claves en el desarrollo personal.

Por último, una rutina de Autocuidado no estaría completa, sin incorporar el descanso. Además de un buen dormir, es importante que tengamos espacios de ocio, en los cuales podamos recargar energías para poder generar la vitalidad que requiere nuestra rutina de labores cotidianas. Es importante recordar que estar todo el tiempo activos no es sinónimo de eficiencia y productividad, la falta de descanso puede traducirse en agotamiento físico, intelectual y emocional, que genera pérdida de concentración y eficiencia, e incluso puede generar que simplemente no podamos continuar con nuestras actividades. Saber organizar espacios de ocio en nuestra rutina es un aspecto clave para lograr la eficiencia en nuestras labores familiares y laborales.

¿Qué alimentos generan una sensación de bienestar en todo tu cuerpo? (no solamente el paladar)
¿Qué movimientos te brindan energía y vitalidad?
¿Con qué frecuencia te permites descansar y tener momentos de ocio?

AUTOCONOCIMIENTO


Tan importante como cuidar el cuerpo es cuidar nuestro mundo anímico, aquel que aborda nuestras emociones, pensamientos y acciones. Nuestro mundo anímico también necesita ser nutrido, y su pilar fundamental es el Autoconocimiento. Aprendemos a conocernos a través de la interacción social, la expresión artística y al identificar qué aspectos de nuestra vida generan gratitud en nosotros.

El Ser Humano es un ser social, que necesita ser escuchado, visto y comprendido, por lo que la interacción social es clave para nuestro bienestar emocional. Sin embargo, otro importante beneficio de la interacción social es que nos brinda valiosa información sobre cómo somos y qué necesitamos. Podemos comenzar a comprender mejor nuestras necesidades emocionales al observar los sentimientos de agrado o desagrado que generan ciertas situaciones o personas, para ir adaptando nuestros círculos sociales a aquellos que nos brinden mayor bienestar.

Cuando las emociones son difíciles de verbalizar, existe una potente herramienta de expresión a disposición de todos: el arte. Para que al arte tenga un beneficio terapéutico sólo debemos soltar las expectativas estéticas y dejarnos llevar por lo que naturalmente va brotando de nuestro interior. La clave, es disfrutar el proceso creativo y dejar que nuestras emociones se canalicen libremente en nuestro proceso artístico. A través de la música, la pintura, la fotografía, la cocina, o cualquier otra forma de arte, somos capaces de canalizar aquello que nos genera incomodidad y disfrutar aquello que nos genera alegría y despierta nuestra gratitud.

Sucede a veces que estamos tan inmersos en nuestras rutinas que perdemos de vista la gran cantidad de aspectos por los que podemos estar agradecidos. Una práctica muy nutritiva para nuestras mañanas es despertar e inmediatamente pensar en todo aquello que genera una sensación de gratitud en nosotros, desde lo más pequeño a lo más relevante. Esta simple práctica no sólo nos ayudará a comenzar el día con mayor motivación, sino que también nos ayudará a identificar cuáles son los aspectos que realmente valoramos en nuestras vidas.


¿Qué has aprendido de ti a través de tus relaciones con otros?
¿Qué surge de tu interior cuando te permites fluir en actividades artísticas?
¿De qué estás agradecido hoy?

AUTODESARROLLO


Reconocer aquello que nos hace vibrar y brillar con luz propia y natural es lo que nos permite desarrollar nuestra espiritualidad, vinculada al tercer pilar de bienestar, el Autodesarrollo. Cada individuo vive su espiritualidad de forma única, escuchando su voz interior. El contacto con la naturaleza, la meditación, los rituales que nos hagan sentido, y el aporte de nuestros dones y talentos únicos al mundo son formas de nutrir nuestra espiritualidad.

El contacto con la naturaleza tiene algo único, que nos brinda automáticamente una conexión con nuestra esencia individual. Observar una puesta de sol, salir a caminar a un parque o simplemente cuidar de las plantas en nuestro hogar, tienen el beneficio de despertar nuestra propia naturaleza, aquello que nos hace únicos, ayudándonos a enfocar nuestra atención en quienes somos, más allá de lo que hacemos. La esencia, es aquello que no cambia con el tiempo, que permanece siempre, independientemente de las circunstancias, y es a través de la naturaleza que podemos reconocer nuestro ser esencial, ya que somos también naturaleza.

Al estar inmersos en un entorno con tecnología y numerosos estímulos, es muy frecuente que vayamos perdiendo la consciencia de nuestra esencia. A medida que aumentan las distracciones externas se hace cada vez más relevante generar espacios de silencio y calma, buscar momentos de meditación. Comúnmente se piensa que la meditación requiere que pongamos la mente en blanco, que haya una ausencia de pensamientos, y esto genera que muchas personas tengan la falsa creencia de que no pueden o no saben meditar. Existen diversos tipos de meditación, y se puede comenzar con tiempos cortos para ir poco a poco incorporando la meditación como hábito para una vida en línea a nuestra esencia y más consciente.

Sin embargo, abordar conscientemente nuestro bienestar sólo tiene sentido, si como individuos logramos encontrarle sentido a la vida. Para lograr conectar con nuestro sentido o propósito de vida la clave es reconocer cuáles son nuestros dones y talentos únicos, con el objetivo de poder aportarlos a nuestro entorno familiar y laboral. Más allá de los estudios y la experiencia que podamos tener, existen talentos que se manifiestan en nosotros de forma natural, aquellos dones son, por un lado, una brújula interna que guía nuestro camino, y por otro lado una llama interna que enciende nuestra voluntad de actuar en beneficio de nuestro bienestar individual y social.
¿Qué se despierta en ti cuando estás en contacto con la naturaleza?
¿Qué actividades te conectan con lo sagrado que habita en ti?

¿Cuándo te has sentido más alineado con tu propósito de vida?


Los tres pilares se nutren entre ellos y se integran para formar nuestro bienestar integral. El bienestar integral es poner en práctica el Autocuidado, Autoconocimiento y Autodesarrollo, con el propósito de escucharnos, habitarnos, tomar las riendas de nuestras vidas y permitirnos actuar en coherencia a nuestro cuerpo, emociones, pensamientos y esencia.

Claudia Vallejos

Coach Orgánica

Instagram: clauvallejoscoach

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